Segundo Programa de Saneamiento Ambiental: región de O’Higgins supera la meta de recolección de aceites lubricantes usados

02/09/2021

En febrero de este año se lanzó el segundo programa de saneamiento ambiental a nivel nacional, organizado por AEPA, asociados y la colaboración de instituciones públicas, que tiene como objetivo la prevención y valorización de Aceites Lubricantes Usados (ALU) y Baterías Fuera de Uso (BFU), para evitar que sean dispuestos en lugares inadecuados. En esta ocasión la iniciativa se llevó a cabo en la región de O’Higgins, y consistió en recolectar puerta a puerta dichos residuos junto a la participación de la comunidad. 

La VI región de O’Higgins cuenta con una superficie de 16.387 km² y está compuesta por las provincias Cachapoal, Cardenal Caro y Colchagua, además de su capital Rancagua. Cifras otorgadas por el Minsal mostraron que en la región se generan aproximadamente 45 mil ton/año de residuos peligrosos, de los cuales más de 2 mil ton corresponden a ALU. Respecto a las BFU, no existe un número específico, por lo que se utilizó como referencia la clasificación de Acumuladores de plomo de desecho, con un volumen de 155 ton/año. 

Para comenzar el programa, en marzo se realizó el Taller de Capacitación y Conciencia Ambiental, transmitido vía redes sociales de AEPA, enfocado en crear conciencia y educar a la ciudadanía respecto al adecuado tratamiento de estos residuos, fomentar la economía circular y un desarrollo sostenible en la región. 

El levantamiento de información permitió determinar, en base a los datos de 26 comunas, que existía un volumen de 40.104 Litros de ALU y 147 BFU, siendo Pichilemu y Doñihue las comunas que lideraban los volúmenes respectivamente. Frente a ello se elaboraron 14 rutas de retiro, efectuadas 2 veces por semana, donde PTH Grupo Ambiental estuvo a cargo de la recolección de Aceites Lubricantes Usados y Baterías Fuera de Uso. 

La actividad se llevó a cabo recorriendo comunas como Pichilemu, San Fernando, Codegua, Marchigue, entre otras, y se recorrió en la región una distancia de más de 8.300 kilómetros.

La recolección de ALU superó con creces la meta alcanzando 42.731 litros;  respecto a las BFU, se logró recolectar 53 baterías (equivalente a 1.715 kg). 

Las conclusiones arrojaron que las BFU son un residuo bien cotizado por recolectores, cuyo precio de compra por parte de las empresas valorizadoras es de $175/kg -lo que se traduce a un pago de aprox. $2.800 por unidad, lo cual motiva a salir a buscar este residuo para luego venderlo. Por otro lado, el precio de compra de ALU varía de $85 a $95/kg, lo que resulta de menor interés para los recolectores, pues el costo de su manejo alcanza los $95/kg y no es rentable a cuenta – sobre todo considerando las zonas más aisladas.

A pesar de los inconvenientes que pudieron producir la pandemia y las restricciones sanitarias, la recolección pudo llevarse a cabo de forma exitosa, pues significó un incentivo para que la ciudadanía aprendiera a no solo disponer de sus residuos, sino que de dar un paso hacia la economía circular.  

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