19/08/2021

El pasado mayo, AEPA fue parte de la sección “Gestión de Residuos” de Ediciones Especiales del Mercurio, donde Cristian Rojas, presidente de AEPA, y Giovanni Calderón, director ejecutivo de ASCC, se refirieron a cómo la crisis sanitaria ha significado un alza en la cantidad de residuos e hicieron un llamado a no perder de vista la importancia de cuidar el medio ambiente en el contexto de emergencia.

Inicialmente, las cuarentenas influyeron en la recuperación de ecosistemas y disminución de emisiones de CO2; la generación de residuos domiciliarios se redujo pero, a fines del 2020, el uso masificado de elementos desechables (protección e higiene), envases y embalajes incrementó considerablemente los residuos. Calderón se refirió a aquello, y señaló que el confinamiento produjo una disminución del reciclaje, que muchos programas fueron descontinuados y la actividad de los recicladores fue prohibida por no calificar como servicio esencial.

“Según datos que pudo recabar la Asociación Nacional de la Industria del Reciclaje (ANIR), en abril de 2020, la recolección de residuos reciclables disminuyó entre un 30% y un 45%. (…) la organización solicitó al gobierno ser incluidos entre los servicios de utilidad pública sujetos al beneficio de permisos de desplazamiento en cuarentena, lo que se logró, incluyendo a los recicladores entre los servicios de utilidad pública (…) Además del daño ambiental, para este gremio, poner en riesgo la operación de las plantas de reciclaje y valorización afectaba a más de diez mil trabajadores de 29 empresas socias de ANIR, a los 60 mil recicladores de base del país, además de la fabricación de envases y embalajes para la industria de alimentos. Con esta experiencia, quedó muy claro que los recicladores de base son un eslabón clave en los nuevos sistemas de gestión de residuos en el marco de la Ley REP y el decreto supremo de envases y embalajes. De allí la importancia de su inclusión efectiva. Para ello, también hay que fortalecer esta actividad, promoviendo su asociatividad, capacitación y formalización”, advirtió el experto.

Por otro lado, Cristián Rojas opinó que, durante la pandemia, el tema sanitario tomó la misma relevancia que el ambiental -que era el que más se debatía antes del covid-19. “Es comprensible, pero lo más relevante es que el tema ambiental no pierda valor, ya que vivir en un ecosistema contaminado ambientalmente también nos afecta desde el punto de vista sanitario. Si tenemos un ambiente libre de contaminación, tendremos menos costos sociales en salud y, como consecuencia, una mejor calidad de vida. (…) la reactivación económica que viene debe ser una reactivación en la que los accionistas, empresarios, ciudadanos, emprendedores, profesionales y (…) Estado consideren que el componente sanitario es tan importante como el ambiental, y que si eso no se toma en cuenta, tendremos como resultado peores condiciones laborales y el desarrollo de más virus y otras enfermedades”, destaca el especialista.

Finalmente concluyen que, en pos de una recuperación, la gestión de desechos peligrosos debe considerarse un factor esencial con el fin de minimizar a largo plazo los riesgos para la salud humana y ambiental. Frente a ello, junto al Instituto para las Estrategias Ambientales Globales y el Centro Internacional de Tecnología Ambiental, elaboró el informe ‘Gestión de residuos durante la pandemia de covid-19: de la respuesta a la recuperación’, donde se revisan las prácticas actuales de gestión de desechos en instalaciones de atención médica, hogares y lugares de cuarentena, se identifican las mejores prácticas y tecnologías, y ofrece recomendaciones para mejorar la gestión de desechos a largo plazo.