Entrevista a Felipe Cabrera, socio profesional de AEPA

08/01/2021

Felipe Cabrera Soto

Felipe es Ingeniero Civil Industrial, Diplomado en Transporte, con 10 años de experiencia en el área de Supply Chain en empresas de consumo masivo; cuidado personal, bebidas y alimentos. Hace años despertó su interés por temas ambientales, en la actualidad se encuentra cursando un Diplomado en Cambio Climático y gestión baja en Carbono.

“La crisis del Covid – 19 nos ha traído un remezón fuerte, sobre en cómo veníamos haciendo las cosas, lamentablemente vino de la mano de la muerte de muchas personas, y de una crisis social y económica profunda, pero nos permite poner en perspectiva que tipo de planeta queremos tener, que empresas, modelos de negocios, y ciudades”.

Con la experiencia que tiene en la industria de alimentos ¿De qué forma cree usted que es posible aplicar la economía circular?

En Chile todavía no se aplica de manera formal, solo existen iniciativas aisladas de algunas empresas del mundo agroindustrial que hacen una gestión focalizada de residuos desde los procesos productivos en sus plantas, algunas iniciativas de compostaje, pero es algo más bien acotado.

Como oportunidades existen varias, hay una pauta global de la Fundación Ellen MacArthur que trabaja los principios de economía circular y apunta a hacer una disminución de las perdidas en las cadenas de alimentación, de manera preventiva, antes de llegar al tratamiento de residuos.

Por otro lado, está la posibilidad de diseñar procesos más eficientes, que permitan disminuir las pérdidas durante el proceso productivo, ya sea dentro de las plantas, en el traslado, en la cadena de distribución, hasta que llega al consumidor. Las fechas de vencimiento, las cadenas de frío, además de la educación del consumidor, con respecto a la sobrecompra, para que no se generen tantos desechos.

¿Cómo se maneja la merma en la industria de alimentos? ¿Cuáles son los criterios que se usan para clasificarla como tal? 

La merma es lo que se genera de perdida, por ejemplo cuando los proveedores despachan los productos a las cadenas de supermercado y se vencen en la góndola, o le quedan pocos días antes de su vencimiento, estos se botan, aunque le queden un número considerable de días útiles. No son revendidos a otros mercados a menor valor ni tampoco son reciclados.

Existen productos con fecha de vencimiento, en base a eso los supermercados fijan criterios de recepción, por ejemplo, un producto tiene un tiempo de duración de un mes desde que se produce hasta que llega a la sala del supermercado, el que exige un máximo de tolerancia del 50% de su vida útil, si tiene menos, no lo recibe, lo rechaza.

Además, está el caso de las bolsas que se rompen en las góndolas, ya sea de arroz, azúcar o legumbres, como ya no son presentables para la venta, también entran como merma, porque no existe una logística para que vuelvan al productor.

Un referente propio de merma anual es de entre un 1% a un 1,5% sobre el porcentaje de venta. Lo cual se traduce, en el caso de una empresa mediana como la que trabajo yo, en alrededor de 100 y 150 millones de pesos de mercadería perdida al año, lo cual no deja de ser un monto considerable.

¿Cuál es la posibilidad de que las empresas de alimentos se asocien a fundaciones o asociaciones sin fines de lucro para poder darle otro uso a los productos que usualmente se desechan?

Existen una fundación que se llama Red de Alimentos, que antes de que los productos se venzan en las bodegas de los productores, los distribuyen a distintas organizaciones y fundaciones como donaciones, para sacarles provecho.

Pero, si existiera un retail que vendiera productos con un 10% de vida útil, a un menor precio, sería una gran oportunidad de negocio y provocaría una notable disminución en las pérdidas. Hoy se hace en las ferias libres, en la Vega, lo Valledor, a baja escala, pero en otros países existen supermercados que se especializan en este tipo de productos.

Desde mi punto de vista, debiera existir un incentivo para que las empresas tomen esta vía antes de desechar los productos como merma, ya que hoy las empresas no lo tienen, o tal vez si existiera una normativa que lo exija, o un beneficio tributario podría provocar que ocurriera de manera más masiva, que fueran llevados a juntas de vecinos, ollas comunes, o consumo inmediato.

Si se lograra instalar un modelo de negocios que generara valor para las empresas a partir del tratamiento de estos residuos, ¿Quién se haría cargo? Lo que se está haciendo con la Ley REP es muy interesante, porque a través de un incentivo tributario para las empresas que generan residuos, se financia un sistema de gestión integrado para toda la industria, algo similar se podría proponer en base a la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, por ejemplo.

“La Constitución debe plasmar el derecho al agua, no subordinado al uso de privados, como funciona hoy, al igual que el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación debe quedar garantizado, pensando en el caso de Quintero y otros. En mi visión, puede ser discutible, pero creo que lo privado debe estar subordinado al bien común”

¿Qué crees que debiera cambiar socialmente para poder educar a las personas en temas de consumo y educación ambiental?

En este sentido la LEY REP traspasa la responsabilidad general a los productores, ellos deben hacerse cargo de los residuos, creo que esto debe complementarse con un sistema de responsabilidad transversal, como el Pay what you throw, debe ser una mezcla de ambas cosas.

Hoy la ENRO está dirigida más bien a los residuos que se generan en los domicilios, esto podría llevarse a la parte productiva, por ejemplo.

¿Existe un interés de la industria de alimentos por mitigar sus emisiones?

Con respecto a las Contribuciones Nacionalmente Determinadas o NDC, las emisiones están concentradas en el sector energético, pero no en residuos, sin embargo, a nivel de estimaciones macro entre un 30% y un 35% de los alimentos que se generan en la cadena global de abastecimiento, nunca llegan al consumidor final, se pierden antes por distintos motivos, se puede extrapolar el gasto energético asociado a esas pérdidas, al menos no están dimensionados en los residuos de este tipo, esto se relaciona a lo que hablábamos anteriormente.

A través de zoom, Felipe nos entrega parte de su tiempo para conversar sobre temas ambientales.

¿Cuál es la dimensión social, comunitaria y educativa de la problemática del cambio climático?

La primera propuesta de la Estrategia Nacional de Residuos Orgánicos, asociada a los compromisos de Chile, está enfocada en la gestión municipal de residuos domiciliario, e implica un trabajo comunitario. En base a esto se podría certificar el compostaje, ¿Qué pasa si las comunidades de la V Región, en donde existen problema de sequía, generan compost y lo venden a bajo costo o subsidiado, a los agricultores de la región? Para que lo que se genera como residuo en un sector tenga valor en otro, así empiezas a generar la lógica de ciclos o cadenas, para generar impactos positivos para sus procesos. La realidad de cada región es distinta, por lo que debiera hacer un trabajo de los gobiernos regionales, para poder darle bajada a las necesidades de cada lugar.

¿Qué salida vez para la crisis climática planetaria que estamos viviendo?

Kate Raworth con la Economía de la Dona busca explicar cómo satisfacer las necesidades de todas las personas, pero dentro de los límites del planeta. Es una buena metáfora, ya que si logramos trabajar dentro de la dona, en el circulo pequeño, sin exceder los recursos del planeta o mal utilizar los recursos naturales, como usar indiscriminadamente los combustibles fósiles, entre otras cosas, señala que debemos tener un cambio de paradigma, y lamentablemente no creo que sea espontáneo, sino que, al acrecentarse las sequías, inundaciones, e incendios forestales podría dinamizarse el cambio.

“Mi principal interés en AEPA es poder nutrirme con experiencias de otros profesionales y empresas vinculadas a la sustentabilidad y a la gestión de residuos, para conocer mejor las realidades que enfrenta Chile, me encantaría poder generar conocimiento común”.

¿Qué nos viene a mostrar la pandemia en términos sanitarios y ambientales?

La crisis del Covid – 19 nos ha traído a todos un remezón fuerte, sobre en cómo veníamos haciendo las cosas, lamentablemente vino de la mano de la muerte de muchas personas, y de una crisis social y económica profunda, pero nos permite poner en perspectiva qué tipo de planeta queremos tener, de empresas, de modelos de negocios, las ciudades que queremos tener. Existe una enseñanza importante, políticas de teletrabajo que cambiaron, el bloqueo de las importaciones que nos llevó a mirar a los productores locales, privilegiar el uso de la bicicleta, favorecer el comercio local, entre otras cosas. Esta es una oportunidad para poder cumplir con las metas de carbono neutralidad para no llegar a que el planeta suba 2 grados.

A partir de la posibilidad de tener una nueva Constitución ¿Qué aspecto crees que debieran tener rango constitucional?

Creo que la Constitución debe plasmar derechos, principios e ideales que tenemos como país, el derecho al agua, por ejemplo, debe estar en la Constitución y no subordinado al uso de privados, como lo está hoy, el derecho a vivir en un medio ambiente libre de contaminación debe quedar garantizado en la Constitución también, pensando en el caso de Quintero y otros, ya que son bienes públicos o de uso común, en mi visión y puede ser discutible, pero creo que lo privado debe estar subordinado al bien común, al menos en estos derechos o en estos bienes, y hoy esto no ocurre así, ya que los derechos privados de aguas están por sobre los derechos de las comunidades al consumo de agua para saneamiento.

Van a seguir ingresándose proyectos industriales pero la Constitución debe salvaguardar la salud de las personas, no se trata de prohibir proyectos mineros u otros, pero siempre ciudadano la salud de las personas.

¿Qué esperas de tu incorporación y participación en AEPA?

Estoy sorprendido con el nivel de profesionalismo de los integrantes de AEPA, y Cristian Rojas nuestro presidente me inspira mucho, en este caso la intención es poder compartir mi experiencia y contribuir a generar canales o vínculos con la industria para que estos temas sean abordados, estoy por mi interés personal, me encantaría poder generar conocimiento común en temas de residuos orgánicos, por ejemplo.

Camila Escanilla – Periodista de AEPA

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